14 Jul La industria de la automoción y la Automatización.

La producción y el uso del automóvil están en el centro del debate sobre la sostenibilidad. ¿Qué soluciones da la industria de la automoción para superar los desafíos?  Desde el estallido de la crisis financiera de 2008, una de las medidas adoptadas por algunos países de la Comunidad Europea para repotenciar  la economía ha sido promover la venta de coches.

El coche puede ser el producto que mejor simboliza nuestra civilización. Ha contribuido a formar la industria, a construir las ciudades, a establecer la vida en comunidad tal y como la conocemos hoy, desde que Henry Ford fue capaz de producirlo a gran escala y los bancos han establecieron líneas  de crédito para financiar la adquisición de estos aparatos. Hoy en día, la industria del automóvil se ha convertido en vital para el desarrollo económico de los países industrializados pero también de las economías emergentes.
La fuerza de la industria de la automoción se demuestra al conocer la siguiente cifra: La industria de la automoción consume el 23 % de la producción total de acero del planeta, y ocupa el segundo lugar después de la industria de la construcción. Otros clientes importantes para la industria de la automoción son el sector de aluminios, los productos petroquímicos y el vidrio.
En 201k se produjeron alrededor de 90,1 millones de vehículos en todo el mundo – un crecimiento del 4% en comparación con 2014, que tuvo una producción de aproximadamente 86.6 millones de coches. En la Unión Europea, el sector representa el 3% del PIB y el 7,5% de la producción industrial total.
Sin embargo, la producción y el uso propio del coche están en el centro de los debates sobre el desarrollo sostenible. ¿Cuáles son los impactos y soluciones que la industria de la automoción  ha adoptado para superar los retos de la sostenibilidad?

Los retos que enfrenta la industria de la automoción.

• Las emisiones de gases de efecto invernadero: La mayor parte de estas emisiones son generadas por los automóviles en las ciudades, muy por encima de la industria.
• Peso / carga: El coche individual, basado en el motor de combustión interna, es de una ineficiencia impresionante. Su peso es de 20 veces la carga que transporta, ocupa una gran cantidad de espacio y sus desechos son equivalentes al 72 % de la energía que consume.
• Mortalidad: Los atascos, que ya son parte de la vida cotidiana en las grandes ciudades, matan. En 2009, el Laboratorio de Contaminación Atmosférica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, hizo un estudio y encontró que la contaminación de los coches es la causa de muertes indirectas de cerca de 20 personas por día en la región metropolitana de Denver. Las enfermedades cardiorrespiratoria se ven agravadas por las emisiones de vehículos.
• Perdidas económicas: La congestión interfiere con la movilidad y el buen desempeño de la economía, ya que las personas toman más y más tiempo en desplazamientos. Se calcula que la congestión en la ciudad de Madrid generar una pérdida de un poco más de  50 millones de Euros al día sólo en retrasos, sin contar las emisiones de carbono en el período en que el conductor está detenido en el tráfico.

Las Soluciones

Si bien se reconoce la importancia de la industria de la automoción  para las economías de Europa y del mundo, académicos, economistas, ambientalistas, los gobiernos y la sociedad civil han tratado de profundizar las reflexiones sobre el impacto del automóvil en las soluciones de la civilización y las posibles y alternativas a los problemas planteados.
Las prácticas de responsabilidad social y la sostenibilidad de los siete mayores fabricantes de automóviles en el mundo, llegaron a la conclusión de que fuera de estas empresas, existen algunos programas y acciones innovadoras para resolver los dilemas del desarrollo sostenible.
He aquí algunos ejemplos:
En la Unión Europea, existe un sistema de regulación del automóvil competitivo en el siglo XXI (CARS 21), que se convierte en un enlace entre la industria del automóvil, los gobiernos nacionales, ambientalistas, sindicatos, proveedores, clientes, la industria del petróleo, el Parlamento Europeo y la propia Comisión europea, con el objetivo de mejorar la competitividad global de la industria, mantener puestos de trabajo y avanzar en seguridad y medio ambiente a un precio asequible para el consumidor.
En el informe de 2015, se enumeran las recomendaciones para la industria de la automoción, que tendrá que  llegar a 2020 a un nuevo nivel, en las siguientes condiciones: la financiación de nuevas tecnologías de investigación dirigidas a la eficiencia energética y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero; la gestión de los costos del sector a través de las regulaciones; negociaciones para llegar a los marcos normativos; convergencias y procedimientos con el fin de obtener la aprobación de un nuevo modelo de coche para el mundo. Esto permitirá que cualquier coche producido en el mundo se venda en cualquier país.
En los EE.UU., Ford, GM, Chrysler, Honda y Toyota comenzaron a trabajar juntos en 2015 por la Iniciativa Automotive Industry Action Group (Aiagi) para explorar un enfoque cooperativo de la industria, en busca de condiciones para la promoción el trabajo decente en la cadena de suministro, con los proveedores que trabajan en diversos lugares alrededor del mundo, incluida Suramérica.
En China, GM firmó un acuerdo con Shanghai Automotive Industry Corporation (SAIC) para el desarrollo conjunto de nuevos motores, así como un memorando de entendimiento para explorar la cooperación en nuevos vehículos de energía (por ejemplo vehículos eléctricos).
Otros acuerdos incorporan una estrategia dirigida a doce nuevos motores más eficientes en 2015. GM también tiene un memorando de entendimiento con el Tianjin Eco-City para resolver los problemas de movilidad. El Tianjin Eco-City es un desarrollo de 30 km 2 que se está construyendo cerca de la ciudad de Tianjin, China.
La conclusión por supuesto es que la industria de la automoción deberá ser más amigable con el medio ambiente, si desea sobrevivir. Igualmente tendrá que prepararse en su segundo siglo de existencia, para la desaparición del petróleo como fuente de energía.
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