07 Jun Liderazgo y formación continua, ingredientes del crecimiento industrial en el siglo XXI.
Generalmente dedicamos este espacio a hablar sobre temas relacionados con la producción industrial sostenible y amigable con el planeta, los recursos energéticos renovables y algunos procesos de automatización que consideramos de interés para nuestros lectores.
Sin embargo, el día de hoy, hacemos un paréntesis para hablar un poco sobre el estado de la industria en nuestra región y por supuesto la influencia que algunos procesos de liderazgo, formación continua y coaching, pueden tener en la misma, teniendo como base las cifras de producción recientemente aparecidas.
La oficina de estadística comunitaria EUROSTAT, da cuenta de un crecimiento, para nada despreciable, del 2.8 por ciento, con respecto al mismo mes del año 2015. Son cifras de crecimiento sostenido que no se veían desde el año 2011.
La importancia de la cifra radica en que marca el cambio interanual, que generalmente se constituye en un fucú para los estudiosos de las cifras. Más allá de lo halagüeñas que resultan las cifras, conviene revisar con un poco de detalle lo acontecido en algunas economías de la eurozona que obtienen muy buenos resultados, y las razones por las alcanzaron esos logros:
Irlanda se consolida como la economía de la región con mayor crecimiento durante el año 2015, reportando un incremento del 7.8 % del PIB. Tan solo en el último trimestre rompió todos los récords al presentar un crecimiento del 9 % sobre el mismo periodo inmediatamente anterior.
¿Cómo se explica?
La implementación de procesos de automatización, entendiendo que, como requisito se requieren procesos de formación continua que permitan la capacitación de los trabajadores en nuevas y desconocidas ocupaciones, empieza a ofrecer los resultados esperados.
Los procesos de formación continua, incorporan valores de liderazgo que permiten incrementar no solo los niveles de producción sin lo la calidad al límite de la excelencia.
Los mayores descensos se produjeron en economías muy pequeñas como Malta, Países Bajos y Finlandia.
Vale la pena analizar, entender y replicar los procesos que llevan a la industria Irlandesa, al igual que las de Estonia, Croacia y Alemania que registran índices similares.
La automatización de la industria es un factor de crecimiento definitivo, pero este debe ser acompañado de formación continua, liderazgo y coaching. De lo contrario, tendremos una industria que produce más, con menores costes, en tiempos excelentes pero que no tiene a quien venderle gracias al desempleo que se genera.
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